RETIRO INICIO CURSO SPEI MATER GRANADA
El pasado día
17 de Octubre iniciamos el curso pastoral con nuestro habitual retiro de
inicio. Esta vez se desarrollo en los salones parroquiales de Virgen del
Rosario en Armilla.
Poco a poco
fuimos llegando y guardando todas las medidas sanitarias pudimos conversar y
saber unos de otros. A las diez en punto llegaba D. José Antonio Cantos,
sacerdote querido que nos iba a acompañar en esta ocasión.
Tras unas palabras de bienvenida,
de aliento, para retomar el curso y las tareas escuchamos a D. José Antonio.
Nos comparte que va a reflexionar sobre la manera de tratarnos Dios, sobre su
misericordia, y para ello se vale de la parábola del Buen Samaritano.
Nos habla de cómo la misericordia
es hacia la persona concreta, con ella se pone en práctica el mandamiento del
amor al prójimo.
Los verbos mirar y curar
adquieren unos nuevos significados. Mirar desde el corazón es la única manera
de llegar al otro. Esa mirada conlleva una cercanía real, que implica la vida
propia en la del otro, que tiene un sentido muy concreto: curar. Mirar en la parábola
nos lleva a descubrir la necesidad de responsabilizarse de aquel con quien te
encuentras, de llevarlo a un lugar de descanso, donde se note el calor humano,
donde se pueda tener un descanso reparador y uno se sienta acompañado. Puesto que esto es lo que Jesús hacia con su
prójimo, descubrimos que es a lo que estamos llamados cada uno de nosotros.
Tanto
en un proyecto como en otro, ese es el primer paso, el de mirar a la persona
concreta desde el corazón, mostrarle la cercanía que sostiene en la esperanza y
acompañarles a un lugar nuevo, un espacio diferente donde descansar es posible
y seguro. Dios lo puede todo y su misericordia es infinita. Jesús se
responsabiliza de cada uno de nosotros y nos brinda la misericordia como
fórmula para renacer.
Por eso hoy podemos decir que, lo
que nos hace creíbles es nuestra actitud comprensiva y de misericordia hacia el
otro. La palabra humana es creíble por los hechos de la vida y lo que hace más
creíble a la iglesia es su actitud compasiva y misericordiosa. No estamos los cristianos
llamados a encerrarnos en cultos, reuniones, grupos o espiritualismos sino en
sacramentos de buen samaritano.
Acaba la parábola diciendo “Anda, ve y haz tu lo mismo”, pues esa es ahora nuestra tarea, la de seguir ese camino de misericordia, que viene de tan lejos y que hoy tantos lo están buscando. Si estamos con ojos abiertos, cercanos al corazón y dispuestos a ofrecer tiempo y recursos, seguro que serán muchísimos los beneficiados. Adelante.
Tuvimos tiempo
para desde el silencio poder ir escuchando esa invitación provocativa de Jesús
“Anda, ve y haz tú lo mismo”.
Concluimos dando gracias a María
por cuidarnos y alentarnos cada día.
Nuestro
más sincero agradecimiento a la sencillez y profundidad de este retiro, con el
que iniciamos nuestro curso pastoral en unas condiciones diferentes, difíciles
pero a la vez que nos confirman en la necesidad de existir.
CLAUSURA CURSO PASTORAL SPEI MATER 2019-2020
El pasado día 27 de Junio, pudimos encontrarnos los componentes de los proyectos Raquel y Ángel.
Tras este tiempo de
“confinamiento”, necesitábamos poder encontrarnos y compartir un tiempo lo que
había ido suponiendo todas esas experiencias acumuladas.
Nos encontramos en el templo parroquial e la Virgen del Rosario de Armilla.
Realmente era una alegría cuando
cada uno iba llegando, con su mascarilla, pero a la par con su sonrisa. Un poco
después de la hora acordada empezamos el encuentro con unas palabras de
agradecimiento por cuando habíamos podido hacer durante teste tiempo.
Pasamos a tener un tiempo de
oración, que fue pausada y buscando la profundidad en cada uno. Fue
enriquecedor escuchar el testimonio de lo vivido, lo descubierto en esta
experiencia.
Narramos las situaciones que se
nos presentaron solicitando ayuda en este tiempo y pudimos descubrir como lo
difícil es lo que más necesita de Dios.
Fuimos testigos de que estar es
siempre el primer paso que hemos de dar, escuchar el segundo y volver a estar
nuevamente el primero. Poder contar con la oración de muchos, con la certeza de
que todos sumamos fue, una vez más, entrañable.
Hubo recuerdo para cuantos no
pudieron hacerse presentes esa misma tarde, sabiendo que su apoyo si estaba
intacto.
Pudimos confirmar que en Proyecto
Ángel ya eran dos bebes las que habían nacido y que en la actualidad eran 4
madres las que estaban siendo acompañadas y aunque se vivieron algunos momentos
críticos podíamos decir que ahora todas estaban esperando que llegase ese
momento de ser madres.
Desde Proyecto Raquel se compartió las diferentes difusiones que se pudieron hacer hasta Marzo pero ahí se quedo todo en espera de ser retomado. Solo pudimos confirmar que el ultimo acompañamiento concluyo muy bien, pero en la actualidad no hay ningún otro.
Pudimos escuchar con alegría una
propuesta muy necesaria y beneficiosa para toda la Diócesis. Se nos presento el
Proyecto de la Casa Diocesana de la Familia, donde podríamos contar con un
espacio físico, estable, abierto para cuanto se pudiera necesitar. Estaría
ubicado en C/ Gracia, 48 un lugar muy céntrico y dispondría tanto de espacios
para las diferentes atenciones desde la Pastoral Familiar como zonas para
esparcimiento de niños, salón de actos, office, capilla…
Es algo que sabemos no acontecerá de una forma inmediata, pero el poder contar con la certeza de haber designado viable este proyecto, sabemos que es una muy buena apuesta diocesana.
Tras ese momento se propició la
posibilidad de compartir entre todos de una manera más informal.
Y para finalizar nos dispusimos a celebrar la Eucaristía, dando gracias como siempre por el don de la vida, y solicitando que fuese fortalecida nuestra fe para seguir dándonos, sin medida, en cuantas necesidades se nos puedan presentar.
Y aunque todos no pudieron
quedarse hasta el final, si fue realmente un encuentro de todos, puesto en las
manos de Dios.